lunes, 20 de abril de 2020

Coge mi mano


Sí, puede que tengas razón y seas un tío raro.
Y puede, que yo sea también una tía rara,
que vaya igual que perdida que tú,
vagando por el mundo,
improvisando como sobrevivir.
Dime, a estas alturas,
y después de tantas cicatrizes,
¿quién no está algo roto por la vida
y se ha vuelto desconfiado?

No te pido que me entregues tu alma
a primeras de cambio,
me es suficiente con tu amistad,
como base la sinceridad.

No te pido ni siquiera que confíes en mi,
pues sé que cuando estamos rotos,
incluso nos cuesta creer y confiar
en nosotros mismos.

Simplemente, coge la mano que te tiendo.
No pienso soltarte aunque haya temporal.
Las mejores personas se encuentran en tiempos revoltosos, y llegan para quedarse.
Estoy dispuesta a demostrarte que merezco
un lugar en ese corazón
que otra se empeñó en destrozar.

No te digo que no tenga defectos,
pues son muchos los acumulados con los años.
Y no es que piense cambiar,
pero sí estoy dispuesta a mejorar.

Por alguien que esté dispuesto a cogerme de la mano y no soltarme, aunque el barco se hunda.
Por alguien que me demuestre con el tiempo, que el amor aún existe.
Y no me refiero al enamoramiento pasajero que se desvanece con el tiempo, sino en el amor que se construye entre dos personas que creen la una en la otra a partir de ese enamoramiento, creando algo grande e indestructible, de eso que hoy en día ya no existe.
Por alguien que esté en las duras y en las maduras, y permita que yo permanezca a su lado en lo bueno en lo malo, pudiendo hacerle ver cómo le veo a través de mis ojos y de mi corazón.

Solo tú puedes abrirme la puerta a intentar hacerte feliz.
Y no puedo prometerte ni siquiera que lo vaya a conseguir.

Pero sé a ciencia cierta que hay algo que nos une, y que no es coincidencia que nuestros caminos se cruzaran.
Puede que después de todo, tus miedos te puedan y todo lo que soñamos juntos no se convierta nunca en realidad.
Aunque me gustaría que no fuera así y te dieras - nos dieras - en algún momento una oportunidad.

Porque lo que se intenta puede acabar en fracaso, pero lo que no se intenta es un fracaso asegurado.
Y al fin y al cabo, ¿que nos llevamos de esta vida? Sino los momentos, en los que fuimos capaces de arriesgar, fuera cual fuera el resultado...

De Claudia, para Felipe.






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