En la adversidad se encuentran los mejores aliados. Esas personas
que te hacen ver que no todo es negro, sino que hay mucho color en ti
misma, que te recuerdan que tienes alas para volar y que los límites en
esta vida están donde tú quieres que estén. Esas personas que aunque
te encuentres hundida y sin fuerzas, te recuerdan que tú vales mucho y
que aunque no te des cuenta, hay mucha gente que te quiere en sus vidas y
te anima a seguir adelante. Y que para hacerlo, sólo tienes que atreverte a dar el primer paso, que para tí es ya más que un gran salto... Muchas gracias Manuel G. Tristante, por tu amistad y por estar siempre ahí.
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