Una
bruja es una mujer diferente, debes acostumbrarte a sus rarezas, a sus
miradas intrigantes y profundas, a llegar a tu hogar y sentir olor a
incienso, o a algo que quemó pero que sabes que es algo bueno; debes
acostumbrarte a ver minerales por todos lados, a que en un día
cualquiera estén algunas velas encendidas y saber que jamás puedes
apagarlas, debes acostumbrarte a creer en su intuición y que si te dice
que no confía no hay que confiar, acostumbrarte a verla a veces tan
segura y a veces reconociendo sus sombras y limpiando sus heridas con
lágrimas, silencio o distancia, sin juzgarla...
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