jueves, 8 de junio de 2006

Perfeccionismo

Que no tenga paciencia1

Soy perfeccionista. Lo reconozco. Siempre había pensado que ser perfeccionista era algo bueno, pero también es cierto que muchas veces las personas perfeccionistas tendemos a pensar que cuando alguien no es tan perfeccionista o simplemente hace las cosas de forma distinta a nuestra forma de hacerlas no las hace bien.
Recuerdo un día en el que una antigua compañera de trabajo hizo una reflexión sobre colores. Se le ocurrió decir algo así como que si de pequeños no nos enseñaran que el color rojo es rojo, el rojo igualmente podría ser verde, amarillo, azul, o cualquier otro color. La mayoría de las que la rodeaban le decían que estaba loca, que el color rojo es el color rojo y siempre lo será. Pero analizándolo bien ¿no tenía razón?
Lo que de mayores damos por hecho es porque en algún momento nos han dicho que es así, porque la sociedad que nos rodea lo ha aceptado de esa forma, y por consiguiente es así. Es decir, si a todos de pequeños nos dijeran que el rojo se llama verde y el verde se llama rojo, seguramente todos tendríamos el concepto fijo de llamar verde al rojo y rojo al verde.
Por la misma regla de tres, los perfeccionistas muchas veces creemos que nuestra forma de hacer las cosas es la mejor y la única válida. Posiblemente tengamos razón en que la mayoría de las veces sea la más práctica, o la más rápida ¿pero eso significa que no debamos respetar y aceptar también otros puntos de vista y formas de hacer las cosas?
Muchas veces nos cuesta acordarnos de este "pequeño detalle", y por consiguiente, aunque no pensemos que seamos mejores que nadie, es precisamente lo que le damos a entender a los demás.
Ahí entra entonces la comunicación, la importancia de querer saber y aprender de los demás, es en eso en lo que muchas relaciones interpersonales, ya sean de amistad, pareja o de cualquier otra índole, fracasan.
Para estar en la vida de alguien hay que ser consecuente con la forma de ser propia, pero también hay que ser consciente que si somos tan perfeccionistas y nadie tiene que cambiarnos puesto que todo lo hacemos tan bien (que cara a lo demás quizás no esté tan bien hecho, otra cosa a tener en cuenta que muchas veces se nos pasa por alto), ¿porqué en lugar de aceptar a los demás simplemente como son tenemos que intentar moldearlos a nuestro gusto?
La comunicación es importante para evitar malentendidos y aclarar diferencias de opinión, pero eso no quita que todos los puntos de vista, siempre que sean respetuosos hacia la otra persona, puedan ser perfectamente válidos igual que los nuestros.
Igual el perfeccionismo sería por eso precisamente no querer crear el mundo perfecto, sino aceptarlo imperfecto como es, y con él, a todas las personas perfectamente imperfectas... empezando por nosotros mismos.