domingo, 29 de mayo de 2016
Extremismo
sábado, 28 de mayo de 2016
Sobre la profesión del traductor
Me parece muy triste que haya personas que se tomen ciertas profesiones como algo que cualquiera puede hacer. Incluso la profesión "más fácil" necesita una mínima instrucción para que se pueda realizar forma eficaz.
Pero, desde luego, sobre todo en mi profesión, veo a muchísimas personas que se piensan que por hablar medianamente bien dos idiomas ya saben traducir.
¿Iríais a un taller mecánico a pedir trabajo sólo porque sabéis cambiar una rueda? No, ¿verdad?
Traducir es una profesión que requiere muchísima responsabilidad, ya que un trabajo mal hecho que se acaba imprimiendo en miles de ejemplares (por poner un ejemplo) puede ser un ruina para una empresa y conllevar la consiguiente denuncia hacia el que lo haya realizado con las consecuencias correspondientes.
Traducir no es sólo coger una palabra y convertirla a otro idioma. Es mucho más que eso. Para traducir se requieren unos conocimientos específicos de los que no todo el mundo dispone, y lo que es peor, la mayoría de los traductores tampoco se molestan en adquirirlos (como prueba pongo ciertos foros de traducción en los que es evidente que el uso de los diccionarios no se considera necesario en absoluto). La labor del traductor incluye una gran labor de investigación cuando no se conoce el tema que se está traduciendo (en el mejor de los casos, un traductor bueno ni aceptaría un trabajo para el que no esté cualificado).
Yo no tengo la carrera de traductora, y por mucho tiempo me he sentido "menos" que traductores que sí la tenían. Pero resulta que muchos de ellos han dejado esta profesión a pesar de su carrera, aburridos por los malos horarios, por no saber venderse y obtener clientes, y sobre todo por las altas exigencias de los clientes, y muchos otros, siguen realizando esta labor a pesar de hacer unas traducciones de miedo (y no en el buen sentido de la palabra). Es impresionante ver a ciertos "traductores" consultar cosas que no saben y elegir de las respuestas la menos indicada para el contexto que tienen... Muestra clara de que no saben distinguir el significado exacto de las palabras que se han propuesto, y de que por lo tanto, no están cualificados para traducir.
Yo, personalmente, prefiero a un cliente con altas exigencias que un cliente que pasa de todo y le paga 2 céntimos por palabra a cualquier "traductor" aficcionado que no tiene ni idea de lo que está haciendo. Los resultados se ven a diario en las meteduras de pata en manuales de instrucciones o trabajos de publicidad mal traducidos, etc.
Si traducir fuera tan fácil, a todo el mundo le bastaría con Google Translator. Pero no es así. Las máquinas no pueden sustituir a los traductores profesionales, y los autodenominados traductores sin conocimientos ni experiencia mucho menos aún.
Y es que puede que yo no disponga de la carrera universitaria, pero sí dispongo de media vida en cada uno de los países cuyos idiomas traduzco y el conocimiento suficiente para poder traducir correctamente cualquier cosa que se me eche (y lo que no se sabe, siempre se puede aprender si hay ganas y empeño y un mínimo de inteligencia para hacerlo). Realizo mucho trabajo de investigación a diario e intento formarme constantemente en aspectos que puedan ser de ayuda para mi profesión. Y sobre todo, cumplo los estándares mínimos de calidad que se le exigen a cualquier traductor en países, en los que la traducción SÍ es considerada una profesión seria.
Está claro que para ser traductor se requiere como mínimo, como para cualquier otra profesión, una formación básica, (en mi caso mi formación incluyó, entre otras cosas, la traducción de documentos del alemán e inglés al español y viceversa). Aunque ese mínimo necesita ir acompañado por otros aspectos, porque sólo con eso no es suficiente.
Quiero decir, ya cerrando el post de hoy, que en mi opinión el requisito más importante de todos es amar lo que haces. Cualquier trabajo hecho con ganas, siempre es un buen trabajo. Por eso el lema en mi página web es:
;">"Disfrutar del trabajo es importante. Solamente de esta forma quedan garantizados el compromiso necesario y la calidad del resultado final" (www.aragontranslations.es - Web pendiente de actualizar)
Y por cierto, durante mi formación aprendí que no es mejor traductor el que nunca consulta un diccionario, sino el que mejor sabe usarlo.
Así que por favor, señores y señoras, un poquito de seriedad a la hora de elegir profesión. Que todos sabemos que el dinero fácil no existe, y de existir, puede traer graves consecuencias.
jueves, 12 de mayo de 2016
Ausente
Ausente por motivos de salud y motivación.
Por sobredosis de las tonterías y la ingratitud que dominan este mundo. Por la falta de humanidad, honradez y humildad. Por exceso de egoismo y egocentrismo y falta de cariño y abrazos. Ausente, porque cada vez encuentro más paz en mi misma que en las personas que me rodean.
Me declaro reina independiente de mi hogar y de mi vida, y sólo admito en ella a quienes me aporten. Porque todo lo demás me sobra.
Y llega un momento en tu vida en el que decides no querer perder más el tiempo con personas y situaciones que no merecen la pena, ni con explicaciones a quienes no las merecen y tampoco las entenderían por su poco desarrollado nivel de conciencia.
Me declaro libre de decidir cómo y con quiénes o de qué forma quiero vivir mi vida. Y libre de decidir lo que me hace feliz.
Libre de tener la conciencia tranquila por no llevar ya más cargas inútiles a mis espaldas, y sobre todo, libre de tomarme con una sonrisa los comentarios que hagan sobre mi y mi forma de vivir esas personas que no me conocen en absoluto y se creen con derecho de juzgarme.
Por sobredosis de las tonterías y la ingratitud que dominan este mundo. Por la falta de humanidad, honradez y humildad. Por exceso de egoismo y egocentrismo y falta de cariño y abrazos. Ausente, porque cada vez encuentro más paz en mi misma que en las personas que me rodean.
Me declaro reina independiente de mi hogar y de mi vida, y sólo admito en ella a quienes me aporten. Porque todo lo demás me sobra.
Y llega un momento en tu vida en el que decides no querer perder más el tiempo con personas y situaciones que no merecen la pena, ni con explicaciones a quienes no las merecen y tampoco las entenderían por su poco desarrollado nivel de conciencia.
Me declaro libre de decidir cómo y con quiénes o de qué forma quiero vivir mi vida. Y libre de decidir lo que me hace feliz.
Libre de tener la conciencia tranquila por no llevar ya más cargas inútiles a mis espaldas, y sobre todo, libre de tomarme con una sonrisa los comentarios que hagan sobre mi y mi forma de vivir esas personas que no me conocen en absoluto y se creen con derecho de juzgarme.
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