Sin ti nada es lo mismo

Otras Navidades se acercan, y otro año me acuerdo de ti y te echo de menos. Nada es lo mismo desde que tú no estás. Tú eras mi apoyo, mi pilar, la persona más importante en mi vida hasta que llegó mi hija, tu nieta... que por desgracia no llegaste a conocer.
Yo era tu ojito derecho, todo lo hacíamos juntos, reíamos y compartíamos y me dabas todo el cariño del mundo.
Pero caiste enfermo y después de un largo tiempo de enfermedades decidiste dejarme sola en este mundo.
Nunca fue lo mismo estar sin ti, hay momentos en los que te recuerdo más y otros en los que menos. No creo que te importe que no te vaya a ver. Sabes que te llevo siempre conmigo y que siempre te querré.
Sé que desde allá donde estés me ves, que estás orgulloso de mi y que me darías ahora mismo ese abrazo que tanta falta me hace cuando se acercan estas fechas.
Aun siento tu cariño cuando cierro los ojos y pienso en ti.
Hace ya muchos años que me dejastes, pero siempre he pensado que ahora eres mi ángel de la guarda.
Y aunque tenga momentos malos, sé que saldré adelante y que tú me guiarás, siempre, hacía el mejor camino.
Estas Navidades de nuevo serán tristes y solitarias, aunque tú estés en mi corazón.
Si puedes verme, oirme, sentirme...
Quiero que sepas que te echo mucho de menos.

Te quiero papá.