Sentimientos
Con
los sentimientos a flor de piel me doy cuenta de nuevo que nuestro
corazón nunca va por donde uno quiere. Por sorpresa afloran los
sentimientos, nos invaden sin preguntar. A veces preferimos sufrirlos en
silencio que dejarnos llevar, por el miedo a caer otra vez en la trampa
de que nos puedan hacer añicos el corazón, que ya de por sí está lleno
de cicatrices y malos recuerdos. Aún así, el corazón
siempre suele ser más fuerte que las advertencias que la cabeza nos
hace llegar. Se impone, te anula y te deja al desnudo ante tus
sentimientos. Y no te queda más remedio que aceptarlos, aunque sea en
silencio, para en algún momento decidir si nos dejamos llevar o
preferimos perder la oportunidad de saber qué hubiera sido si hubieramos
permitido que todo esto que sentimos salga a la luz para quizá, sólo
quizá, hacernos felices aunque sea por un sólo instante. Porque hay
sentimientos que son demasiado grandes para permanecer encerrados en la
jaula de nuestro corazón, deberíamos dejar que la llave que abre la
prisión de los miedos abra esa puerta de vez en cuando. Porque sólo así
podremos conseguir eso que tanto anhelamos.
ups, sobra incluso este comentario.
ResponderEliminarun patitooooo