Cuando la personita que hoy en día te adora te dé la espalda porque no te ganaste su cariño ni su respeto, yo estaré ahí para abrazarla y darle el calor que le falta contigo. Cuando la vida comience a darte la espalda y tengas que pagar la factura por lo que has hecho y dejado de hacer en tu vida con respecto a personas que deberían haber sido importantes en tu vida, yo estaré ahí, en silencio, viendo como caes.
Y me alegraré de cada momento en el
que he conseguido ser más fuerte que tú y seguir luchando por el cariño
de quien más me importa, cuando lo más fácil hubiera sido tirar la
toalla.
No te daré la satisfacción de verme caer.
No te daré la satisfacción de verme caer.
Pero te doy la
garantía de que tendrás espectadores el día que te des
cuenta de lo que realmente importa en esta vida... y que desde la primera fila estaré observando si eres capaz de aprenderte la lección y te das cuenta de lo que te has perdido por no querer abrir los ojos a tiempo.
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