miércoles, 15 de agosto de 2012

Para mi dulce caballero...



Estos ojos de gacela se humedecen al pensar lo que una vez fue sin que pudiera ser, al no saber qué fue de aquel dulce caballero cuyo amor eterno sé que sobrevive a pesar de la vida y las circunstancias. No saber de ti me entristece, y te sigo añorando y te sigo escribiendo, a pesar de saber que jamás lo sabrás... Posiblemente vigiles mis andaduras en secreto para dejarme seguir con mi vida, y seguramente, tus ojos se humedezcan de pensar en aquello que fue sin que pudiera ser, pero nos marcó para toda una vida.
Allá donde estés, sé que nunca olvidarás ese hermoso tiempo que pudimos compartir, igual que yo siempre te llevaré en mis recuerdos... porque los recuerdos son demasiado bonitos como para cubrirlos con el velo del olvido, y porque el cariño verdadero no se olvida con el paso del tiempo.
Y si me lees, aunque sea de forma oculta para no darte a conocer, quiero que sepas que te quise, te quiero... y siempre te querré.


 
De mi, para ti... por si el destino quisiera que sigas leyendo mi blog.
Tu gacelilla. 



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