Por fin... después de mucho tiempo, vuelvo a empezar a ser yo misma. Poco a poco voy saliendo de mi cueva, asomando mi cabecita para darme cuenta de que el mundo sigue existiendo y sigue siendo maravilloso. Que hay personas que enriquecen mi vida, y que si me lo propongo puedo hacer de mi vida y la de mi hija un mundo lleno de buenos recuerdos para el día de mañana. Porque las únicas riquezas que realmente cuentan las tengo más cerca que nunca, el amor y el cariño de mi hija que es lo que más vale en el mundo. Y el de mis amigos: los que conozco desde hace tiempo y a los que quiero con locura, y a los conozco menos tiempo pero voy apreciando cada día un poquito más. Porque en eso consiste la vida, en un cambio constante de las personas y circunstancias que nos rodean. Y en la esperanza de que las cosas, algún día, comenzarán a ir mejor y nos harán pensar con una sonrisa en los malos momentos que estamos pasando ahora.
El Ave Fénix estaba aún tomando fuerzas, pero ahora, por fin, comienza a alzar el vuelo.
Me alegro sinceramente de que estés sintiéndote así, y espero que tal estado permanezca en ti todo el tiempo, hasta no abandonarlo jamás. Dicen que el Ave Fénix siempre resurge con fuerzas renovadas y duraderas, así que estoy convencido de que así sera para ti. Un abrazo y cuídate mucho, €mBrû :o)
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