sábado, 19 de julio de 2014

Promesas



No necesito más promesas,
he tenido suficientes ya,
que por cierto,
nunca se cumplieron.

Me basta con lo que demuestras
cada vez que estás conmigo,
cuando tus ojos me hablan
y confirman esas palabras
que ninguno de los quiere pronunciar.

Y por fin pude superar
tantas palabras en vano,
curándome con tus actos
que me hacen olvidar
las promesas que otros rompieron.

© Claudia Aragón García



Aprendiendo





¿Estás con la pareja adecuada?


Durante un seminario, una mujer preguntó: "¿Cómo puedo saber si estoy con la persona adecuada?"

El autor entonces se dio cuenta de que había un hombre corpulento sentado a su lado por lo que dijo: "Depende. ¿Es tu pareja?" Con toda seriedad, ella respondió "¿Cómo lo sabes?" Voy a responder a esta pregunta porque las posibilidades son buenas de que está pasando en su mente respondió el autor.

Aquí está la respuesta.

Cada relación tiene un ciclo. Al principio, caes perdidamente enamorada. Te anticipas a sus llamadas, quieren estar en contacto, y se gustan sus costumbres. Enamorarse no fue difícil. De hecho, fué una experiencia completamente natural y espontánea. No tuviste que hacer nada. Es por eso que se llama "perdidamente enamorados".

Enamorarse es una experiencia pasiva y espontánea. Pero después de unos meses o años de estar juntos, la euforia del amor se desvanece. Es un ciclo natural de todas las relaciones.

Poco a poco, las llamadas telefónicas se convierten en una molestia (si es que las hay), el contacto no es siempre bienvenido (si es que lo hay), y las costumbres de su cónyuge, en vez de sentir lindo, te vuelven loc@. Los síntomas de esta etapa varía con cada relación, usted notará una gran diferencia entre la etapa inicial cuando estaban enamorados y una fase mucho más aburrida o con actitudes de enojo incluso.

En este punto, usted y/o su pareja pueden estarse preguntando, "¿Estoy con la persona correcta?" Y al reflexionar sobre la euforia del amor que una vez tuvieron, pudieran empezar a desear esta experiencia con alguien más. Aquí es cuando las relaciones truenan.

La clave para tener éxito en una relación no es encontrar a la persona adecuada, sino aprender a amar a la persona encontrada.

La gente culpa a su pareja por su infelicidad y busca fuera lo que le hace falta. Las atenciones extra maritales vienen en todas las formas y tamaños.

La infidelidad es lo más común. Pero a veces la gente se envuelve en el trabajo, en un pasatiempo, en una amistad, televisión en exceso, o sustancias de abuso. Pero la respuesta a este dilema no está fuera de su relación. Se encuentra dentro de él.

No estoy diciendo que no se podría enamorar de alguien más. Si podrías y temporalmente se sentiría mejor. Pero estaríamos en la misma situación unos años más tarde.

Debido a que (escucha con atención a esto):

La clave para tener éxito en la relación no es encontrar a la persona adecuada, sino aprender a amar a la persona que se encontró.

MANTENER el amor no es una experiencia pasiva o espontánea. Usted tiene que trabajar en ello día tras día. Se necesita tiempo, esfuerzo y energía. Y lo más importante, exige SABIDURÍA. Usted tiene que saber Qué hacer para que funcione. No nos equivoquemos al respecto.

El amor no es un misterio. Hay cosas que usted puede hacer (con o sin su pareja), Así como hay leyes físicas del universo (como la gravedad), también hay leyes para las relaciones. Si usted sabe cómo aplicar estas leyes, los resultados son predecibles.

El amor es por lo tanto una "decisión". No es sólo un sentimiento.

Recuerda esto siempre: El destino determina quién entra en tu vida. Depende de ti quien quieres que camine a tu lado, a quien permites que se quede, y a quien quieres dejar ir!


Desconozco quién es el autor, pero me ha parecido una reflexión interesante.


 

jueves, 10 de julio de 2014

Aún



Aún en la distancia,
no te siento lejos.
Aún en el silencio,
te echo de menos.
Aún sin verte
te dedico mis versos,
porque nadie como tú
sabe entender mis silencios.

© Claudia Aragón García


Para Pedrito :)


 

viernes, 4 de julio de 2014

Soledad



La soledad no es la ausencia de compañía,
sino el momento en que nuestra alma
tiene la libertad de conversar con nosotros
y ayudarnos a decidir sobre nuestras vidas.

Manucristo encontrado en Accra
Paulo Coelho



Carta de una mamá a sus hijos (Isabel Allende)



Siempre que quieren hablar de madres en la televisión muestran mujeres con chicos en los brazos, sonrientes, dulces, cariñosas, sin una pizca de cansancio, espléndidamente maquilladas y a eso agregan maravillosas frases de posters.

¡¡Mentiras !!!

       Las mamás no somos abnegadas amantes del sacrifico y aguerridas guerreras que todo lo pueden.  
      Las mamás lloramos abrazadas a la almohada cuando nadie nos ve, pedimos la peridural en el parto  y puteamos en 17 idiomas cuando tenemos que poner el despertador a las 2 de la mañana para ir a buscarlos a una fiesta. 
      Cuando les decimos que no se peleen con ese compañerito que les dice 'enano' o 'cuatro ojos', y les damos toda clase de explicaciones conciliatorias, en realidad querríamos tener el cogote del pequeño verdugo entre nuestras manos. 
      Y también pensamos que la vieja de geografía es un mal bicho cuando les baja la nota porque no saben cuántos metros mide el Aconcagua que, al final, a quién cuernos le importa.
      Pero no lo podemos decir.

      No es que nos encante pasarnos horas en la cocina tratando de que el pescado no tenga gusto a pescado y disimulando las verduras en toda clase de brebajes, en lugar de tirar un Patty a la plancha.... Es que tenemos miedo de que no crezcan como se debe. 
     No es que nos preocupe realmente que se pongan o no un saquito... Es que tenemos miedo de que se enfermen. 
     No es que los queramos más cuando se bañan.... Es que no queremos que nadie les diga roñosos.  No lo hacemos por Uds. Lo hacemos por nosotras. 
    Porque ser mamá no tiene que ver con embarazos, pañales y sonrisas de aspirinetas.
    Tiene que ver con querer a alguien más que a una misma. Con ser capaz de cualquier cosa con tal de que ustedes no sufran.. NADA, nunca, jamás. 

     Ustedes nos hacen felices.... cuando les encantan nuestras milanesas, cuando nos consideran sabias por contestar todas las preguntas de los concursos de la tele.
     Cuando vienen llorando a gritos porque se rasparon la rodilla y nos dan la posibilidad de darles consuelo y curitas.
     Cuando recién levantadas nos dicen, qué linda que estás, mamá.  
     Ustedes nos hacen mejores.  
    Nos dan ganas y fuerzas. Nos comeríamos un gurka crudo antes de que les toque un dedito del pie. Nos lavamos la cara y salimos del baño con una sonrisa de oreja a oreja para hacerles saber que la vida es buena, aunque nos vaya como el reverendo...
     Cantamos las canciones de Chiquititas y vemos Barney y escuchamos a Los piojos y compramos Nopucid y repasamos 500 veces la tabla del 2 y arreglamos el carburador para llevar a los pibes a fútbol, a inglés, a dibujo, a la psicóloga, a basquet, a volley, a danzas, a la casa de la amiga, a la maestra particular, al dentista, al médico, a comprar un pantalón... 

      Y armamos 24 bolsitas con anillitos y pulseritas y tratamos de que la torta parezca un Pikachu  y nos buscamos otro trabajo y sacamos créditos y nos compramos libros y vamos al psiquiatra y al pediatra y a los videos y negociamos con los maestros y los acreedores y recortamos figuritas  y estudiamos junto a ustedes ríos, provincias, las capitales de los países de Europa y nos ponemos lindas y nos enojamos y nos reímos y nos salimos de quicio y nos convertimos en la bruja y la princesa de todos los cuentos.... 
      Sólo y exclusivamente para verlos felices. 

      VERLOS FELICES ES LO QUE NOS HACE FELICES. Ojalá pudiéramos pegar el mundo con cinta scotch (como el velador que cayó en combate en la última guerra de pijamas party), para que fuera un lugar mejor para ustedes. 

      GRACIAS POR HACERME SU MAMÁ. GRACIAS POR HACERME TAN IMPORTANTE.  
      Gracias, por esas porquerías que hacen en el colegio con corchitos y escarbadientes (que casi nunca entiendo para que sirven pero guardo religiosamente),
      Gracias por los abrazos, los besos, las lágrimas, los dolores, los dientes de leche, las cartitas, los dibujos en la heladera, el Amoxidal  por tantas noches sin dormir, los boletines, las plantas rotas del jardín por jugar a la pelota,
por mi maquillaje arruinado por ser usado para jugar a la mamá, por las fotos de la primaria .....
      Son mis mejores medallas. Gracias porque LOS AMO. Y ese, es el amor que me hace grande.

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