Sé que aunque no seas mío,
formamos parte uno del otro.
No me digas que no te importo
porque me llevas tan dentro
como yo a ti,
aunque no debas demostrarlo
y te limites a fingir
que no es así.
Te quiero,
aunque jamás podamos estar juntos,
por los momentos que me siento feliz
estando a tu lado.
Me quieres,
y eso es lo que te asusta,
no que yo me niegue
a disimular mis sentimientos por ti.
Así que dejemos el mañana para otro día,
y disfrutemos de lo que tenemos hoy.
Que es tan bonito y hermoso
que sería un pecado capital
negar la existencia de este amor prohibido
que nos hace perder los sentidos.