jueves, 30 de octubre de 2014

Destino



Cuando ya no buscaba nada
y ya no te esperaba,
estando ya resignada,
fue cuando te cruzaste en mi camino.

Me embrujaste
con tu mirada,
tu sonrisa inmaculada
y tus modales impecables.

Cómo te comportabas
hacía que sobraran las palabras,
y que inesperadamente,
de nuevo en alguien confiara.

Y cuando nada en mi quedaba
que dolor y desconfianza...
Me curaste con tu presencia,
tu paciencia y tu cariño,
que me hicieron de nuevo creer
en la existencia del destino.

© Claudia Aragón García


 



No hay comentarios:

Publicar un comentario