Tu pareja no es de tu propiedad.
Se disfruta mucho más confiando que controlando.
Y si se quiere ir... es que no era para ti.
Amar sin apegos es amar de manera independiente, sin posesión, sin angustia, sin miedos, siendo uno mismo a cada pulsación y a cada latido, es querer al otro sin dejar de quererse uno mismo, es cuidar al ser amado y cuidar el propio yo, es entender que el amor no se suplica ni se exige y que es una construcción personal que puede gestionarse para convertirse en una experiencia plena y saludable.
(Walter Riso)