Todos somos Paris

En la mayoría de ocasiones mis palabras fluyen cuando pasa algo. Pero la tragedia de ayer, inolvidable 13.11.2015, me ha consternado de una forma brutal y no sé qué decir.

Se ha desatado una guerra. A pesar de alertas y demás, en un momento totalmente inesperado la ciudad del amor se ha convertido en la ciudad del terror dejando unos 120 muertos y otros tantos heridos.
El Estado Islámico amenaza con que esto solo es el principio.

¿Qué es lo que hace convertirse a un ser humano en un monstruo?
Matar ya es un crimen imperdonable, pero matar en nombre de Dios es la mayor de las hipocresías. ¿No se supone que Dios es amor y perdón? ¿No tienen sentimientos estas personas que se convierten en marionetas del estado poniendo como excusa la religión? ¿Acaso no son humanos? ¿Cuánta maldad es capaz de demostrar un ser humano antes de darse cuenta del daño que hace? O peor aún, ¿ni siquiera se llegan a dar cuenta?

Me faltan palabras y me sobra sentimiento. Por las víctimas. Por los que se han ido y los que se han quedado. Porque viviran con miedo por la tragedia de ayer, y esperando a ver cuándo será la próxima vez que esto ocurra; con miedo de salir a la calle, con miedo de dejar que sus hijos vayan solos a alguna parte, de no volver a ver a sus seres queridos...

Los parisinos se sumen en dolor y preocupación. Y nosotros con ellos. Porque hoy, todo el mundo está de luto. Todos somos Paris.