Hay una cosa elemental en la vida de la que muchos carecen. Se llama empatia. No ser siempre el ombligo del mundo sino saber ponerse en el lugar de los demás y entender que uno no es solo amigo cuando está siempre disponible. Entender que si otra persona necesita su propio tiempo y espacio porque tiene su propia vida y circunstancias no tiene porque ser menos amiga. Respetar las ausencias y los silencios de la otra persona es requisito elemental para fundamentar una buena amistad.
Foto y texto: Claudia Aragón García
No hay comentarios:
Publicar un comentario