Hoy he escrito un ejercicio sobre la noche para el taller literario en el que estoy participando. La primera frase dice: "Si alguien me preguntara si prefiero la noche al día, elegiría sin duda alguna la noche."
Y después de elegir claramente la noche procedo a explicar por qué me gusta tanto, hasta que llegado cierto momento llego a decir: "La aprovecho para pensar en las personas que quiero, añorarlas a mi antojo imaginándome a su lado si las tengo lejos, para pintar mi día siguiente, o incluso esculpir mis sentimientos en forma de poesía."
Cuando escribo me dejo llevar por mis sentimientos y mis emociones, sin restricciones, sin miedos, sin pensar en qué dirán y sin pensar si lo que siento está bien o mal, miro más allá de lo superficial, me dejo llevar por el corazón.
Y me vuelvo a dar cuenta de que todo lo que pienso, todo lo que mis dedos plasman sobre el teclado al son del sonido de mi corazón, me lleva a ti. Está claro que no siempre estamos de acuerdo y que a veces incluso nos gustaría matarnos por esa impotencia que sentimos al no conseguir entendernos... Pero estoy segura que sobre todo, en lo más profundo de nuestro ser, lo que más anhelamos es fundirnos en un gran abrazo de oso para poder transmitir todo el cariño que sentimos el uno hacia el otro y así al menos hacernos saber que no estamos sólos con nuestras circunstancias y nuestros malos momentos.
No sé si las cosas volverán a ser iguales, o si serán peores, o por lo contrario, se convertirán algún día en mejores. Sé que bastante tengo con lo mío y bastante tienes con lo tuyo. Y que es muy cierto eso que dicen de que las penas son algo más pequeñas cuando se pueden compartir.
Y lo que también sé con certeza es que no quiero imaginar mi vida sin lo que compartimos. No quiero dar un paso sabiendo que ya no estás a mi lado. No puedo ni quiero imaginarme mi vida ya sin ti. Eres parte fundamental de mis sueños y de mis miedos. Hemos compartido tantas cosas en este último tiempo que he pasado a sentirte más cerca de lo que siento a muchas personas que están a mi lado día a día.
Si me preguntaran si te necesito diría que no, pues sería perfectamente capaz de vivir sin ti.
Pero si alguien me preguntara si prefiero la vida contigo o sin ti, sin duda alguna, elegiría mi vida contigo en ella.
Como amigo incondicional que sé que has sido durante mucho tiempo, a pesar de habernos dicho cosas en alguna ocasión que no sentíamos, como cualquier mortal cuando se enfada.
Como amigo al que he intentado sacar una sonrisa a toda costa, sabiendo que las circunstancias no estaban precisamente para sonreir... y que me ha tendido una mano cada vez que yo la necesitaba.
Como amigo que llevo en el corazón y con el que siento que hay una conexión más allá de lo físico y lo humano... con el que he llegado a sentir una unión muy especial que quizá haya nacido más allás del espacio y el tiempo. Porque sabes que creo y sé que crees en ello.
Como persona que pase lo que pase, habrá pasado por mi vida marcándome de una forma única y enseñándome que la humanidad, el cariño puro y los corazones grandes y desinteresados siguen existiendo, aunque sólo sea en unas cuantas personas repartidas por el mundo.
Si me dieran a elegir, me quedaría a tu lado.