Oscura, la noche que me rodea.
Siento el agua cálida en mis pies
y me sumergo en el calmante ronroneo del oleaje.
Pienso en todo lo sucedido,
y vuelvo a sentir que la mejor forma
en la que nadie te pueda hacer daño,
es no dejar que nadie se te acerque.
Me siento sola, tan sola...
A pesar de contar con amigos inseparables y
a prueba de fuego, mi alma está rota.
Pienso en dar unos pasos...
Sólo unos cuantos,
para sumergirme en la calidez del agua salada.
Pienso en dejarme llevar y acabar con todo esto,
de una vez por todas.
Pienso en acabar con tanto sufrimiento...
No quiero vivir sintiéndome asfixiada,
sin aire para respirar.
Quiero sentirme libre...
Unos pasos más...
necesito paz.
Un poquito más...
¿Quién sabe lo que habrá detrás?
Claudia Aragón García, 01.06.2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario