sábado, 27 de julio de 2013

Normas para ser feliz.


Normas imprescindibles a seguir para sentirme feliz:

1. Pensar en lo que tengo en mi vida, en lugar de pensar en lo que anhelo.
2. Darme cuenta de que lo material es sólo eso, material, y de que lo material no puede sustituir un sentimiento, un te quiero, un abrazo, resumiendo: lo material no puede sustituir el cariño.
3. Pedir perdón cuando me equivoco.
4. Intentar equivocarme menos, en caso de que no lo consiga: ¡Véase punto 4!
5. Decir te quiero a las personas importantes en mi vida cada vez que lo sienta, ya que nunca sabré si podría ser la última oportunidad que tengo para decirlo.
6. Aprender a que no todos son iguales a mi, ni pueden dar lo mismo que yo. Y aceptar a las personas como son, decidiendo si las quiero tener tal cual en mi vida o no.
7. Aprender a confiar en quién me demuestra que se lo merece.
8. Pasar más tiempo con las personas importantes en mi vida y menos tiempo haciendo cosas prescindibles.
9. Hacer felices a otras personas... me he dado cuenta de que soy inmensamente feliz si consigo que ciertas personas en mi vida lo sean, aunque sea sólo durante un pequeño instante.
10. Perdonar. Porque cuando no se perdona, se envenena el alma. Y lo suelen pagar los que no deben.
11. Amarme a mi misma, porque si no me amo yo misma no puedo amar a los demás.

Trabajaré todos y cada uno de mis días restantes por vivir en mejorar estos puntos, en ser mejor persona y en no hacer daño a nadie... si algún día no lo consigo, recordad que soy humana... y por lo tanto, necesito el mismo perdón que yo intento dar a los que me dañan.

Por cierto, siguiendo estas normas... a ti, que me estás leyendo... ¿Te he dicho hoy que te quiero?



¿Quires saber?



¿Quieres saber lo que vi bueno en ti?
Vi un alma noble errando en este mundo de falsedades
vi un corazón buscando felicidad
vi una sonrisa enmarcada de soledad.
intentando sobrevivir distintas adversidades.
Vi tu deseo de vivir y de volver a sentir.
¿Quieres saber porqué sigo aqui?
Pregúntale a mi corazón
que cada dia busca una razón
para estar a tu lado y hacerte feliz.

© Claudia Aragón García



 

Capítulos


A veces nuestras heridas hacen que intentemos echar de nuestras vidas a quien menos se lo merece. Inconscientemente se activan todas las alarmas y actuamos de una forma totalmente incoherente, contrario a lo que nuestro corazón nos dice, al son de lo que nos dice nuestra cabeza. Nos sentimos atacados y contraatacamos, haciendo daño a alguien que en realidad no es la persona a la que nos gustaría hacer daño.
Se abren nuestras heridas y hacemos pagar a justos por pecadores, o peor aún, atacamos para sacar a esas personas tan importantes de nuestras vidas porque de repente nos damos cuenta de que confiar tanto en alguien puede ser peligroso, ya que esa persona se convierte en alguien que te puede hacer mucho daño y no estamos dispuestos a volver a pasarlo mal. Cuando nos damos cuenta de lo que hemos hecho, solemos dejarlo correr en lugar de intentar arreglarlo, por falso orgullo, o quizá por la incertidumbre de si la decisión que ha tomado nuestra cabeza por nosotros sin preguntar al corazón ha sido la más adecuada o no.
De esta forma, elevamos muros para protegernos, pero no nos damos cuenta de que al mismo tiempo alejamos a aquellas personas que realmente nos quieren y se preocupan por nosotros.
La vida nos convierte en un manojo de heridas e inseguridades que en ocasiones no nos permiten ser nosotros mismos.
A veces es difícil cerrar puertas antiguas para dejar fuera los fantasmas del pasado y poder mirar tranquilamente hacia el futuro. Por eso es importante poder curar las viejas heridas. Distanciarse de quien las haya producido y tomarnos un tiempo para nosotros mismos. Permitirnos ver las cosas desde otra perspectiva.
Para así, por fin poder cerrar el capitulo anterior y centrarnos en el presente, que al fin y al cabo, es el que permite escribir el próximo capítulo de nuestras vidas.
A veces, es justamente este proceso el que nos demuestra quienes son en realidad las personas que merecen seguir a tu lado acompañándote hacia el camino del futuro, y quienes se han de quedar en el capítulo al que hemos decidido poner punto final.
A veces, se producen puntos y apartes. El tiempo justo para que podamos darnos cuenta de que una persona sigue siendo importante para nosotros y aunque nos haya hecho daño o le hayamos podido hacer daño por los motivos descritos anteriormente, en realidad la queremos en nuestras vidas.
En ese caso, dejemos a un lado ese falso orgullo que a veces nos hace perder amigos. Dejemos a un lado rencores y venganzas. Cerremos el capítulo por completo y comencemos de nuevo. Y acompañemos el nuevo capítulo única- y exclusivamente con cariño y amor.
De esta forma, cada capítulo que escribamos de nuestra vida será indudablemente mejor que el anterior.