sábado, 5 de marzo de 2016

A mi padre






Hoy ya hace 28 años que te fuiste de mi lado. Mucho tiempo ya, y parece que fuera ayer. Es curioso, porque los años pasan y a pesar de que deberías ser ya sólo un recuerdo lejano, cada vez que pienso en ti es como si te necesitara un poquito más. Te extraño. Extraño tu cariño y tus atenciones. Y sobre todo, el amigo que siempre tuve en ti.
Hay días en los que me faltas tanto que me falta el aliento, que me cuesta respirar. Otros, en los que caes en un rincón del olvido y no me cuesta tanto. Sé que, de alguna forma, sigues a mi lado. Pero no es consuelo suficiente. Te fuiste demasiado pronto, cuando yo más te necesitaba.
Los años pasan, y tú sigues faltándome. Estarías tan orgulloso de tu nieta, que por desgracia no llegó a conocerte. Hubierais sido tan felices juntos, porque eras un buen padre y hubieras sido un abuelo estupendo. Estoy segurísima de ello.
Aún así, permaneces en mi recuerdo y en mi corazón, y también en el de tu nieta porque le hablo mucho de ti. Y allá donde estés, espero que te siga llegando nuestro cariño.
Te quise, te quiero y te querré siempre. Algún día nos volveremos a ver, y entonces, por fin, dejaré de echarte tanto de menos.

A mi querido padre, Remigio Aragón García. *26.03.1934 +05.03.1998

Claudia Aragón García, 05.03.2016




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