jueves, 5 de enero de 2017
Reflexión de Noche de Reyes
Reflexión de Noche de Reyes:
Los mejores regalos son aquellos que no se pueden comprar.
Esos instantes, en los que te ríes con tus amigos sin saber ni por qué o por cualquier tontería.
Esos pequeños momentos madre-hija que no cambiaría por nada del mundo.
Una mirada profunda, una caricia que te erice la piel. Un beso que te haga olvidar que el mundo existe. Un abrazo confortante.
Y por qué no, esos amigos a los que aún ni siquiera les he podido ver la cara pero que son pilares fuertes en mi vida y con los que comparto más que con algunos que tengo cerca. Que te aceptan tal como eres, que no te cuestionan ni te juzguan...
Que están igual de locos que tú misma, y por eso te hacen sentir que lo tuyo es normal y los locos son los que van de cuerdos.
Porque bastante se encarga ya la vida de darnos motivos para llorar, y lo que hay que hacer es enfrentarse a ella con una enorme sonrisa. Puede que al final ella te gane, pero tú no has dejado en ningún momento de luchar, porque tienes sueños, ideales, valores.
Y por ellos vas más allá de cualquier límite , porque cuando algo se desea de corazón los límites no existen y sólo puede demostrarlo quien no deje de ser nunca auténtico.
Sí, desearía no estar siempre con problemas de vías respiratorias. Pero es el mal menor cuando veo todo lo que me rodea y cuanta autenticidad y cariño tengo realmente en mi vida.
Lo dicho, no lo cambiaría por nada.
Por eso desde aquí, gracias a todos los que habéis estado este año a mi lado de una u otra forma.
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