domingo, 17 de noviembre de 2019

La oveja negra no es mala: solo es diferente

Quién no la conoce. A esa persona que se niega a nadar con la corriente, a la que siempre paree estar fuera de lugar, la que no se adapta y no se conforma: la famosa oveja negra.

Yo me considero oveja negra, porque no me guío por los valores de la sociedad, sino por mis propios valores y mis propias ideas. La mayoría de la gente lo juzga y te dicen que eres una inadaptada, para mi es mucho más que eso. 

Considero que tengo mi propia personalidad, que si veo algo que no me gusta intento cambiarlo, que la moda no es lo que llevan los demás sino lo que me hace sentir a gusto a mi conmigo misma. Considero que la sociedad está perdiendo valores, que hoy en día todo vale y que, sobre todo, no hace falta esforzarse por nada.

Yo no encajo en ese cuadro. 

Soy una luchadora nata, con mis bajones, como es natural, porque todo guerrero cae pero no se da por vencido. Así soy yo. Lucho por mis ideas, por mis valores. No soy conformista. Soy así, diferente.

Pero ¿realmente es malo ser la oveja negra? Yo pienso que no. En muchas ocasiones, las ovejas negras han sido las pioneras de importantes cambios en la historia.

Os dejo un artículo que profundiza en este tema, esperando que os guste.

Pinchad aquí para leerlo.


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