miércoles, 23 de noviembre de 2005
Confesión
Bueno, ya está bien de tonterías. Me prometí a mi misma hacer una confesión, y aquí está.
En realidad no sé si debería o no escribir este post, si debería hablar, callar o hacer como que no pasa nada. Pero sí pasa, y no soy capaz de decifrar qué es lo que pasa exactamente, y quien me conoce sabe muy bien que no me gusta perder el control de las situaciones.
A veces las situaciones más simples pueden complicarse, o en realidad no se complican, las hacemos complicadas nosotros. A veces todo empieza como un juego y de repente se convierte en serio. O peor aun, sucede poco a poco, y cuando te das cuenta ya has perdido el control de lo que pueda pasar o no.
Curiosamente, en mi vida, no he tenido muchas ocasiones en las que me haya pasado algo así... en lo que se refiere a relaciones (reales) siempre he sido yo el terremoto o torbellino que ha "atropellado" literalmente a los chicos que le gustaban. Suelo saber lo que quiero, aunque a veces no sepa como conseguirlo, pero como soy luchadora empedernida y en persistencia no me gana nadie, por norma general siempre he acabado consiguiendo lo que quería.
Y claro, acostumbrada a todo esto... que de repente haya algo que no hayas buscado, sino que te lo has encontrado sin siquiera darte cuenta, por lo que no hayas tenido que luchar, sino que de repente apareció... uffffffffffff lo reconozco, descuadra todos mis esquemas.
Pero lo peor de todo quizás sea el orgullo... maldito orgullo, y maldito miedo. Orgullo de no decir nada aunque esté ahí... palpable, evidente, innegable. Y no hablo de amor (es una palabra que me queda muy grande por el momento... quizás porque aun sigo buscando su significado exacto). Pero si me pongo a pensar dónde acaba el cariño entre amigos y dónde empieza "algo" más... ¿alguien me sabría decir dónde está el límite? ¿dónde se cruza esa delgada linea que nadie se atreve a reconocer que ha cruzado?
Lo reconozco, con este post os doy faena....
Necesito soltar todo lo que llevo dentro, necesito aclarar el montón de pensamientos que recorren mi cabecita desde hace días.
Es peor hablar y arriesgarte a perder a alguien que te importa demasiado o callar y seguir igual y quizás perderlo también (¿por idiota?). Es mejor seguir el juego (que reconozco tiene complicidad y gran parte de morbo) y ver que pasa o poner claras las cosas (¿y joderlo todo?).
Ays... En cierta ocasión mi manina me preguntó si la vida era tan difícil o la hacíamos nosotros... yo estoy convencida que es lo último. Pero aún así no soy capaz de dejar venir las cosas como han de venir porque soy de las que siempre se preocupan de todo ¿...y si...? la típica pregunta que nos tiene ocupadas horas y horas a personas como yo sin llegar a ninguna conclusión.
Mientras tanto pierdo el tiempo dándole vueltas al asunto y preguntándome si tú ya sabes cómo (que no es lo mismo que cuánto) te quiero y si tú me quieres igual a mi o si sólo son imaginaciones mías.
Si dejamos hablar los hechos... la respuesta es obvia. ¿Pero ... Y SI me equivoco?
Ale, ya tamos otra vez...!!!
Dicho está, dicho queda. Que sea lo que Dios (...) quiera.
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