domingo, 18 de noviembre de 2007

Quién esté libre de pecado...


No dicen que el amor ha de ser desinteresado, entonces porque nos sentimos tan desdichados cuando damos y no recibimos a cambio?
Es dificil no esperar nada a cambio, y aun cuando no lo haces y sigues sin recibir nada, te sientes como si perdieras el tiempo. Pero realmente no recibimos nada a cambio o simplemente lo que recibimos no es lo que queremos recibir?
En qué medida podemos decir que merece la pena estar o no estar para alguien cuando según nosotros igual no recibimos nada a cambio, y según la otra persona igual esta haciendo esfuerzos que para ella son un mundo mientras a nosotros nos puedan parecer insignificantes? Se puede medir el amor? Se puede medir el cariño?
O simplemente si queremos a alguien hemos de aceptarlo tal y como es, o dejarlo. Porque no somos quienes para esperar que nadie cambie por nosotros, igual que nosotros no cambiariamos por nadie...
Realmente hacemos el tonto cuando no esperamos nada a cambio?
Deberiamos ver el comportamiento de los demás o valorar sobre todo nuestros esfuerzos por conseguir lo que queremos aunque no siempre obtengamos los resultados que queramos?
Las personas nos fallan, nosotros fallamos, la perfección no existe.
Pero no deberíamos pasar mas tiempo intentando aprender nuestras propias lecciones que juzgando a los demas?
Porque si tan malos son, porque seguimos a su lado?
Nadie nos obliga. por lo tanto, no podemos echar en cara que nos hacen cosas que no nos gustan... podemos intentar comunicarnos para acercar los puntos de vista y las actitudes, pero nada mas.
Y si eso no funciona es hora de tomar una decisión aunque nos duela, porque de la otra forma sólo conseguimos hacernos daño a nosotros mismos y luego pretendemos culpar a los demás.
Pero cuando sufrimos por una elección que hemos tomado por eleccion propia, nadie más es responsable que nosotros mismos, aunque siempre sea más facil culpar a los demás.
Y es que nos cuesta recordar que es muy fácil ver la paja en el ojo ajeno, mientras muy pocas veces nos paramos a ver nuestros propios defectos.
Así que hagamos una valoración de lo que realmente queremos en nuestras vidas y actuemos en consecuencia... nadie más tiene las riendas de nuestra vida que nosotros mismos.
Y quién esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

1 comentario:

  1. VISITE TU SIMPATIA, TU BUEN HUMOR TODA TU PROFUNDIDAD ADORNADA POR ELLOS.

    BESOS

    ResponderEliminar