viernes, 22 de febrero de 2008

Adversidad



Ha sido una semana dura. Mucho agobio en el trabajo y en otros aspectos de mi vida, en realidad en todos. A la espera de ver los resultados de casi todas las facetas de mi vida, sin prisas por obtener algunos de ellos e impaciente por ver algunos otros.
Tengo que reconocer que echo de menos una vida un poco más tranquila, sin tener que estar siempre buscando soluciones a cosas que no la tienen ni explicaciones a cosas que las tienen menos aun. Pero es lo que hay, lo primero porque es ley de vida y lo segundo porque para bien o para mal forma parte de mi carácter.
Pero siempre ocurren cosas nuevas en nuestras vidas que nos dan suficiente alegría y fuerza para poder afrontar las adversidades con las que tropezamos una y otra vez.
Y así es la vida, llena de sorpresas tanto agradables como desagradables.
Pero ¿qué serían las cosas bonitas si no tuvieramos nada malo con que compararlas...?
Carecerían del valor que realmente tienen, por eso hemos de disfrutarlas y exprimirlas al máximo HOY, porque MAÑANA no sabremos de qué plato nos tocará comer.
Y recordemos que siempre, siempre... hay alguien que está peor que nosotros.

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