domingo, 11 de mayo de 2008

Mariposas


Hacía mucho, muchísimo tiempo que no me sentía tan viva y feliz.
Me doy cuenta de que muchas personas que han pasado por mi vida no fueron más que espejismos, pero ahora siento que es distinto. Cuando alguien en lugar de venirte de lado te viene de frente, la diferencia es abismal aunque uno a veces no vea más allá de lo que quiera ver.
Y eso último, en realidad, hacía demasiado tiempo que no me ocurría. Encontrar un alma gemela siempre es algo especial, aunque algunas sólo se crucen en nuestros caminos para un sólo instante y otras permanezcan para siempre.

Estoy hambrienta por vivir nuevas experiencias, tengo curiosidad por ver qué pasa mañana, pero no importa, nada importa más que el aquí y ahora, por cada momento que compartimos.
Hacía mucho tiempo que no me alegraba tanto de sentir mariposas en el estómago, porque esta vez no son "polillas" sino realmente mariposas con colores brillantes y fuertes, pequeñas y juguetonas, de las que aparecen por primera vez en la adolescencia.
Y por primera vez hace mucho no me asustan porque sé que están bien donde están y quiero que permanezcan durante mucho tiempo.

Quizá sea cierto que son necesarios los espejismos para poder reconocer lo bueno y verdadero cuando al final aparece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario