"Aprendió que no hay nada más hermoso que ser feliz. Pero la vida también le había enseñado que quien hoy te hace feliz, mañana puede hacerte mucho daño. Que las personas buenas a veces pueden haerte mucho más daño que las personas malas cuando actúan de forma inconsciente, y de que el sólo hecho de que no se den cuenta de sus acciones no significa que con ello no te puedan destrozar la vida.
La vida es así de cruel, la persona que más feliz te hace es la que tiene entrada libre a tu corazón y a tu alma para poder hacerte añicos, en cuestión de milisegundos o a lo largo del tiempo.
Y sí, él era un encanto... Uno de esos hombres que si te descuidas te enamoran en un abrir y cerrar de ojos. Y un inconsciente, también. Por lo tanto era un peligro en potencia para su bienestar de mañana, y eso la aterrorizaba."
© Claudia Aragón García
25.02.2014
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