miércoles, 20 de junio de 2007

Porque soy mejor a tu lado


Fin de semana en Madrid. Por circunstancias no tan relajante como de normal, pero no obstante reconfortante. Siempre es agradable estar rodeada de personas especiales en tu vida. Aunque siempre hay un hueco para acordarse de esas otras, que no están, pero no por eso son menos especiales.
Rodeada de gente una a veces se da cuenta de que cada uno lleva su cruz, y de que quizás nadie de nosotros lleva la más cargada... y de que el peso de cualquier cosa depende de la importancia que le queramos dar a las cosas que nos ocurren.
Se me van los pensamientos... y a pesar de tener la cabeza en mil y una cosas, tú siempre estás presente. Por algún extraño motivo no consigo que salgas de mi cabeza, o lo que es peor, de mi corazón.
Recuerdo tus palabras, tus gestos, lo poco que hemos compartido hasta ahora, sin saber hasta donde podrá llegar nada de lo que vivimos. ¿En realidad en algún momento de nuestras vidas podemos saberlo?
Recuerdo vivencias en las que, por todo lo que me quejo de ti, he pecado justo de lo mismo que recrimino. Es curioso, nunca vemos nuestros propios defectos, siempre los de los demás.
Confío más en ti de lo que tú crees. Mira si confío, que deposito en ti lo que me mantiene viva : mi ilusión, mis sueños, mis alegrías. Y todo eso a pesar de ser incapaz de entenderte, de ponerme en tu piel.
Porque no me importa lo que tú quieras o sientas.
Porque lo importante es como me siento yo cuando estoy a tu lado.
Por eso, sobre todo, siempre tengo un hueco para ti en mi vida.
Quizás algún día me de cuenta de que en realidad ni siquiera existes. Pero hasta entonces me entrego a ti, ofreciéndote mi alma en bandeja mientras me hagas sentir mejor de lo que soy cada instante que puedo compartir contigo.


Ya descubrí que los ángeles existen...
¿Y los faunos gladiadores?
Quizás prefiera cerrar los ojos y seguir en mi mundo,
en el que se mezclan realidad y fantasía.

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