Cuantas vueltas da la vida y sin darnos cuenta en ocasiones nos vemos de nuevo en el punto de partida de algunas situaciones, sólo que con más experiencia y con nuevas oportunidades para elegir nuestro camino. Qué mejor prueba para darnos cuenta que equivocarnos no significa perderlo todo, sino muchas veces simplemente nos da una nueva oportunidad de hacer las mismas cosas de forma distinta.
Te has dado cuenta de que te equivocastes y pensabas que muchos de nosotros te daríamos la espalda... ahora te sorprendes de que seguimos ahí, y es que la vida consiste en eso, en tropezar con piedras para luego poder levantarnos de nuevo y darnos cuenta porqué tropezamos con esa piedra.
Quién soy yo para juzgarte, yo que hace mucho tiempo tropecé precisamente con una piedra muy parecida a la tuya, y me hizo también aprenderme la lección. Nadie es perfecto. Pero los amigos son, y serán siempre, los amigos. Es una lección valiosa cuando uno tiene oportunidad de aprendersela y darse cuenta de que los demás seguimos ahí a pesar de todo.
Nuestro bixo está perdido, está confuso... ha pasado mucho durante este último tiempo, pero se ha dado cuenta de todo ello y de lo que realmente merece la pena. Y sobre todo puede contar con los que le rodeamos. Porque los que te queremos te aceptamos tal y como eres, con tus cosas buenas y tus cosas malas. Sólo falta que aprendas la lección más importante en esta vida, y tú mismo seas capaz de aceptarte así como eres.
Y cuando las fuerzas te flojeen, necesites hablar, llorar o reir... llámanos.
Creo que hablo en nombre de todos los que ya sabes que incluyo hablando en plural, si te digo que ninguno de nosotros osaremos reirnos de ti jamás... podremos decirte las verdades a la cara porque ya sabes que somos sinceros y claros, pero jamás nos reiremos de ti.
Y recuerda siempre, siempre, hasta en el más oscuro de tus momentos... que te rodean personas que te quieren y te aprecian porque aunque no seas perfecto, tienes muchas cosas buenas en ti.
Para nuestro bixo, José (Xerra)
Te has dado cuenta de que te equivocastes y pensabas que muchos de nosotros te daríamos la espalda... ahora te sorprendes de que seguimos ahí, y es que la vida consiste en eso, en tropezar con piedras para luego poder levantarnos de nuevo y darnos cuenta porqué tropezamos con esa piedra.
Quién soy yo para juzgarte, yo que hace mucho tiempo tropecé precisamente con una piedra muy parecida a la tuya, y me hizo también aprenderme la lección. Nadie es perfecto. Pero los amigos son, y serán siempre, los amigos. Es una lección valiosa cuando uno tiene oportunidad de aprendersela y darse cuenta de que los demás seguimos ahí a pesar de todo.
Nuestro bixo está perdido, está confuso... ha pasado mucho durante este último tiempo, pero se ha dado cuenta de todo ello y de lo que realmente merece la pena. Y sobre todo puede contar con los que le rodeamos. Porque los que te queremos te aceptamos tal y como eres, con tus cosas buenas y tus cosas malas. Sólo falta que aprendas la lección más importante en esta vida, y tú mismo seas capaz de aceptarte así como eres.
Y cuando las fuerzas te flojeen, necesites hablar, llorar o reir... llámanos.
Creo que hablo en nombre de todos los que ya sabes que incluyo hablando en plural, si te digo que ninguno de nosotros osaremos reirnos de ti jamás... podremos decirte las verdades a la cara porque ya sabes que somos sinceros y claros, pero jamás nos reiremos de ti.
Y recuerda siempre, siempre, hasta en el más oscuro de tus momentos... que te rodean personas que te quieren y te aprecian porque aunque no seas perfecto, tienes muchas cosas buenas en ti.
Para nuestro bixo, José (Xerra)
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