domingo, 19 de enero de 2014
Ser madre
Muchas veces, las madres nos desesperamos por el desorden, por la falta de tiempo, por tantas y tantas cosas que si lo pensamos bien no deberían hacer que dejemos de prestarle atención a nuestros hijos, pero siempre hay momentos en los que nos agobiamos y necesitamos distanciarnos un poco, sobre todo las madres que no contamos con ayuda de absolutamente nadie y no tenemos ni un minuto para nosotras durante todo el día.
Pero no se nos olvide nuestros hijos vienen de prestado, los tenemos para criarlos y enseñarles de la mejor forma que sabemos cómo ir por la vida. Aún así, no son nuestros, no nos pertenecen. Crecen y desarrollan su propio carácter, llega un momento en el que por ley de vida se desvinculan de nosotros, y entonces, lo más importante que nos quedará a nosotros y les quedará a ellos, serán esos momentos compartidos de risa y cariño recibidos por sus padres.
No se nos olvide nunca que también fuimos niños, y que por desgracia, sólo se es niño otra vez. Enseñemosle lo que necesitan para vivir... pero dejemos también que ellos nos enseñen a ser un poco niños otra vez. ¡A veces no viene nada mal!
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