lunes, 27 de enero de 2014
Tengo mucho que decir
Sí, tengo muchas cosas que decir. Tengo tanta rabia en mi... rabia por haberme dejado engañar otra vez por la misma persona de siempre, no hace falta decir nombres, los que estáis cerca de mi sabéis todos de quién hablo.
Rabia por haber dejado que se me vuelva a acercar lo suficiente como para meterse en lo que no debía, como para conseguir lo que quería.
Rabia e impotencia, por no haberme atrevido a sincerarme antes con una persona que me importaba y haberla perdido por un motivo equivocado.
Tristeza porque sé que las cosas nunca volverán a ser igual. Por haberme dado cuenta de que una supuesta "amistad" de hace 20 años no ha sido más que una farsa recomida por la envidia y que donde yo quise ver tantas veces la parte buena, ésta no existe.
Pero tristeza sobre todo, por haber dado una imagen de lo que no soy por pecar de cobarde. De haber quedado como controladora y celosa cuando no lo soy y nunca lo he sido.
Siempre he pensado, y desde hace unos años más que nunca, que lo mejor de cualquier tipo de relación es la libertad. La libertad de poder decidir querer estar al lado de otra persona, sin coacciones.
A mi me han arrebatado esa libertad a base de unas cuantas acciones con malas intenciones. La envidia es muy mala, tan mala que incluso aunque a una persona le digan repetidas veces que ya está bien y que deje de meterse en tu vida, no es capaz de parar hasta que consigue que pierdas lo que te importa.
Y eso duele, y mucho. Duele por la traición y por las mentiras. Duele por la impotencia de que por mucho que hables e intentes explicarte, ya no hay confianza. Duele porque muy posiblemente no pueda recuperar aquello por lo que había apostado.
Sobreviviré, como siempre lo he hecho.
Pero esta vez ya no hay marcha atrás. Las acciones hablan por sí solas y no quiero personas a mi lado que por quererme en exclusiva a su lado porque no son capaces de tener a nadie más en sus vidas que les haga caso, vayan haciendo daño y malmetiendo cada vez que yo intente ser feliz. Por mucho cariño que pudiera haber, todo se ha esfumado. En el momento de que he visto de lo que una persona era capaz de hacer por envidia; aunque por desgracia, me di cuenta demasiado tarde.
Ahora yo pago las consecuencias, aunque por mucho que duelan serán pasajeras. Porque con mi forma de ser estoy rodeada de amigos que me quieren y valoran más de lo que esta persona lo haya hecho jamás. Y porque no tengo dificultades para mantener a esas personas especiales en mi vida.
A esta persona de la que hablo, sus acciones la perseguirán durante el resto de su vida. Y las pagará caro, con soledad y tristeza, mientras los demás rehacemos nuestras vidas... aunque posiblemente no con las personas que deseemos.
Cuando en 20 años en lugar de evolucionar lo único que se consigue es ir hacia atrás y cerrar la mente en banda, las cosas no pueden acabar bien.
Puedo sentirme afortunada en ese sentido, porque aunque haya quien no me crea porque no me conoce lo suficiente, yo sí sigo evolucionando. Y abriendo mi mente. Aprendiendo cosas nuevas día a día. Y cuento con un guía que me ha ayudado mucho en este tiempo atrás, no hace falta decir nombres, él también sabe quién es... Una persona grande, de sentimiento y de mente. De la que he aprendido muchísimo en cuanto a no amarrar lo que a uno no le pertenece.
Porque la libertad es el primer requisito necesario para que las personas que realmente te quieran permanezcan a tu lado...
Sólo espero que la persona que ahora me juzga por lo que no soy, algún día se ponga en mi lugar y sepa entenderme. Porque me importa y mucho. Porque precisamente fue una de las pocas personas que me inspiró lo suficiente como para confiar ciegamente en ella y no sentir necesidad de controlarla. Qué ironía que me juzgue precisamente por pensar que sí lo hacía, gracias a que otra persona se dedicó a hacerlo.
Así es la vida. Injusta y cruel.
Pero si al menos ha servido para que pueda abrir los ojos ya definitivamente sobre lo dañina y mala persona que era mi supuesta "amiga", al menos no ha sido en valde. Qué le voy a hacer.
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