Quiero un hombre...

Yo no quiero un hombre que me seduzca con mil promesas que luego no piense cumplir. Quiero un hombre que sepa estar a mi lado, que saque lo mejor de mi. Que me transmita seguridad y no permita que su entorno me falte el respeto. Quiero un hombre que me demuestre que para él, yo soy su reina, su centro del universo. Quiero un hombre que me acepte tal como soy, con mis virtudes, y sobre todo, con mis defectos. Que no intente cambiarme y que a cambio, me pida lo mismo a mi. Un hombre capaz de pararme los pies cuando diga o haga algo que no deba, que me diga las verdades a la cara con cariño, para que los dos, juntos, podamos convertirnos en mejores personas. Un hombre que no juzque antes de saber. Que pregunte y se comunique, que confíe y con el que a ciegas pueda ir cogida de la mano por un camino difícil sin miedo a tropezar.
No quiero ilusiones pasajeras, ni falsas promesas, que de eso ya estoy cansada. Quiero a alguien con el que pueda pasar por los buenos y por los malos momentos y confiar en que después de la tormenta, aún estará a mi lado. Con quien pueda contarle el día de mañana historias a nuestros nietos, cogidos de la mano, sintiendo la misma ternura que el día en que nos conocimos. Quiero un hombre, que en definitiva, me ayude a madurar, permitiéndome ser yo misma, y madure a mi lado, permitiéndole yo ser él mismo.
¿Utopía?
Posiblemente.
Pero nunca perderé la esperanza, de que algún día,cuando menos me lo espere, ese hombre cruce mi camino para caminarlo junto a mi.
¿Ingenua?
Puede que sí.
Pero el día que pierda mis sueños, mis esperanzas y mis anhelos, ese día dejaré de ser yo. Así que seguiré luchando por vivir mi vida como más me guste, y por algún día, poder compartirla con alguien que merezca la pena.