Mi viaje a Madrid

Hoy os escribo desde muy lejos de mi casa. Aprovecho un momento de lucidez durante estos días de desmadre, que me están viniendo de maravilla, para plasmar lo que con tanta claridad estoy viviendo durante estos días.
Parece mentira todo el tiempo que uno tiene durante un viaje en tren para pensar... no he venido aquí a Madrid a pensar, todo lo contrario. Pero el viaje ha estado bien aprovechado.
Tres horas y media en el Alaris (de lo más incómodo para ir durmiendo, por cierto) dan mucho de sí. Enchufo el MP3, suena mi música preferida... y con la mirada perdida en el paisaje empiezan a pasar muchas cosas por mi mente.
Pienso en lo que dejo atrás, en todo lo que durante estos días va a quedarse en "standby", pero no por ello olvidado.
Mi trabajo que ya me tiene un poco cansada, que me gusta pero me gustaría más si me diera cuenta de que la empresa es seria y mis jefes están ahí cuando los necesito... un nuevo reto en otro sector que quizás merezca la pena, amistades de siempre, amistades nuevas, algunas personitas especiales que han llegado a mi vida en este último tiempo. Malos recuerdos y daños difíciles de reparar, pero subsanables al fin y al cabo. Tantos y tantos nuevos sentimientos.
Y pienso en lo que voy a vivir durante estos días... amigos, muy buenos amigos, que en su día conocí en un chat... que me han demostrado que merecen la pena, que hacía un año que no veía y que se alegrarán tanto de verme como yo de verles a ellos.
Y ahora estoy aquí... no me acordaba lo bien que lo pasamos juntos cuando nos vemos. Sí, es cierto... son días de desmadre total, sin horarios, sin pelos en la lengua, comiendo y bebiendo como para estar absteniendose después durante dos meses en ambas cosas... pero días de cariño y complicidad con personas que nos queremos y apreciamos un montón.
Y recuerdo que los mejores amigos realmente no son los que están siempre, sino los que están cuando hacen falta, cuando uno los necesita para compartir lo que haga falta, aunque sean unos días así para relajarnos y pasarlo bien sin pensar en los problemas cotidianos que nos rodean día a día.
Hay gente que no ha pisado en su vida un chat y no entiende las amistades que se hacen ahí dentro...
Yo me quedé prácticamente sin amigos cuando me separé y puedo decir que hoy por hoy la mayoría de la gente de confianza que me rodea es del chat. No por ello son menos de fiar, peores, mala gente, mentirosos... como mucha gente piensa. Al fin y al cabo la gente que hay en un chat no deja de ser la misma gente que nos encontramos día a día por las calles. Estar detrás de un ordenador no significa que no tengamos sentimientos, que no seamos capaces de relacionarnos en la vida real, que sólo seamos máquinas. De hecho distingo mucho entre ser adicto a un chat o realmente ser capaz de hacer nuevas amistades que luego se conocen en persona.
Cuento con gente importante en mi vida desde hace años... y aunque a veces nos centramos en lo que nos falta, ellos siempre están ahí, y por eso les quiero tanto.
ROSAM1963 (Rosa), tiozgzz (Rafa) y ligoncete.ligon (David). Los más "antiguos" y por lo tanto, los que mayor parte de mi cariño se pueden repartir.
También ha sido genial volver a coincidir con alana_bcn (Rosa) y draco43 (Jaume)... una pareja fenomenal. Los conozco menos tiempo, pero ha sido estupendo compartir unos días con ellos.
Y también dignas de nombrar algunas personitas que aún ni conocía en persona, aunque para no ser injusta solamente voy a mencionar a aquella que me ha recordado que a veces puedo parecer "estúpida" aunque en realidad sea una "tia maja". MichelledeValois (Arantza), franca como ella sola, brutita como ella sola... la naturalidad en persona. Por eso me ha caido tan bien y no creo que me engañe diciendo que este finde ha sido el principio de una posible gran amistad.
La verdad es que este fin de semana es digno de escribir un libro... quién sabe, igual algún día tiozgzz y yo nos animamos a escribir las memorias de estos días... ufff nos forrariamos seguro!!!
Pero ante todo ha servido para algo mucho más importante : para reencontrarme, tranquilizarme, olvidarme del pasado. Para volver a ser YO, la que era antes y la que necesitaba volver a ser. Para abrir los ojos y ver el mundo de otra forma. Para no perder el norte, seguir siendo realista pero con ilusión y optimismo. Para ver lo que tengo, lo que me falta, lo que echo de menos, lo que quiero echar de mi vida y lo que me gustaría conservar.
Por eso quiero decir que realmente este viaje ha merecido la pena, y que espero a no olvidar nunca más cómo soy realmente... Porque la gente que me quiere y me aprecia, lo hace tal y como soy. Porque a mi me gusta ser como soy.
Y porque no soy la que se fue, sino la que ha vuelto.