lunes, 12 de marzo de 2007

Liberada




Me envuelve el frío de invierno
que desgarra los últimos restos
de mis días en el infierno.
Sin piedad apaga en mi las llamas del sufrimiento,
dejando paso a levantar nuevos cimientos.
Y es que sin ti,
pensaba que nada tendría sentido.
Qué tonta fui
de no haber antes venicdo.
Gotas de agua salada
vertidas por mi cara,
congeladas por el viento helado,
caen al suelo convirtiendose en mil pedazos.
Ahora soy libre de seguir mi vida,
no son más que lágrimas de alegría.
Por fin liberada de esta prisión,
vencida por una nueva ilusión.


»€mß®û«, 12.03.2007

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