domingo, 25 de marzo de 2007

Punto final, punto seguido, punto y aparte...

Lo que tiene de malo la inspiración es que a veces te llega a altas horas de la mañana y tienes que decidir si aprovecharla o darte media vuelta y seguir durmiendo plácidamente. Aunque la mayoría de las veces, cuando una se da cuenta de que ya ha perdido valiosas ideas y frases para plasmar, le es dificil volver a encontrar el sueño tan fácilmente.
Yo acabo de perder muchas, se han quedado a mitad de camino entre mi almohada y el pc, no obstante siento necesidad de decir algunas cosas que por lo visto no están del todo claras y por lo tanto no hacen más que seguir causando malentendidos.
Yo siempre he preferido la sinceridad, y los que me conoceis sabeis que eso es cierto. Y aunque a veces, muchas, las verdades ofendan, prefiero serlo antes que convertirme un falsa e hipócrita y posiblemente hacer más daño con mentiras piadosas que siendo sincera.
Por desgracia, algunas personas no son capaces de aceptar las verdades tal y cómo son, sea porque se sienten ofendidas y atacadas o sea porque viven en su mundo de ilusiones aunque pretendan decir que no es así.
Vivir en el pasado tiene grandes desventajas, entre otras, que se nos olvida mirar al futuro. Aunque eso tampoco sería tan malo, si por lo menos nos preocupara nuestro presente.
Cómo es posible pensar que se puede vivir un presente de amistad siguiendo viviendo en un pasado que más que bueno fue malo. Hay personas que no se dan cuenta de que aunque quizás uno tuviera mucha ilusión y momentos buenos, esa ilusión fue creada por la energía que iba desgastando de la otra persona y para la cual esos mismos momentos no dejaban de ser molestos, incómodos y pesados, aunque en su día no se diera cuenta porque tenía demasiadas ganas de tirar adelante. Desgastar toda la energía en intentar levantar a otra persona no es fácil, y si bien es decisión de cada uno y no se trata de echar nada en cara, porque se hace con cariño en el momento que se está haciendo, no significa que cuando uno decida dejar de hacerlo se sienta cansado y sin ganas de seguir siendo el apoyo de la persona que tanto ha tomado de nosotros sin conseguir mejorar.
Pero cuando algo acaba, esos días buenos para uno y malos para otro, no son más que dañinos si se siguen sacando a la luz como si nada. Lo que a uno le hace gracia, al otro le trae recuerdos ingratos. Es de sentido común pararse a pensar y poder entender ese hecho.

La susceptibilidad no ayuda en ningún momento a entender nada de lo que está pasando, todo lo contrario. Sentirse atacado sólo lleva a ponerse a la defensiva y empezar a decir un montón de cosas sin sentido, y en ese juego no se ha de entrar. Cada uno es libre de sentarse y reflexionar viendo las cosas en frío, o de no hacerlo y seguir comportándose cómo un crío.
Cuando alguien dice punto final es difícil de aceptar por la otra persona, como es normal. Pero cada uno ha de encontrar el camino a seguir, sin interferir en el que la otra persona eliga.

Quizás pararse a pensar porqué algunas personas son capaces de seguir una amistad después de una relación y otras no, ayuda a entender quién es el que sigue poniendo piedras en el camino. Hay ciertas limitaciones para conseguir esto que ambos han de cumplir, y si no es así, es mejor que ni siquiera se intente. Porque lo único a lo que se puede llegar es a hacer más daño del que ya se ha hecho, y empeorar las cosas aún más.
A estas alturas las personas ya deberíamos saber qué queremos conseguir en esta vida, y el siguiente paso es averiguar como conseguirlas. Y aunque a veces lo parezca, no es tan difícil... sólo hay que proponérselo.

Y SER CONSECUENTE CON LOS ACTOS DE UNO MISMO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario