Aún recuerdo aquel sábado noche en el que nos conocimos... cómo olvidarlo, cenando en un chino y tú pidiendo patatas fritas con ternera... nos caimos muy bien desde el principio, aunque te mandara a casa después de tomar esa copita en La Factoría y depués te pusiera los dientes largos con la fiesta que al final montamos en casa con mi compañera de piso...
Ha llovido mucho desde aquel día, y desde aquella Nochevieja que le siguió, en la que para colmo acabastes durmiendo en un saco de dormir en el suelo mientras yo compartía cama con mi hermana... deberían proponerte para santo, porque la verdad es que te lo ganas a pulso jajaja
Has estado siempre en mis momentos buenos y malos, igual que yo pude compartir los tuyos, y se ha forjado una amistad entrañable de la cual ya no quiero prescindir. Tú lo sabes bien, compartimos muchas cosas, y no hay horas para llamarnos para reir o llorar juntos.
Hoy es un día triste y duro para ti, y sabes, que aunque físicamente no esté a tu lado porque no da lugar, igualmente lo estoy en pensamiento. Te he agradecido mucho tu llamada, quizás porque me sigue demostrando que el afecto que nos tenemos es limpio y sincero. Casi no han hecho falta palabras, pues cuando me has llamado ya sabía lo que sucedía.
Sólo quiero, desde aquí, hacerte partícipe de todo mi cariño, aunque soy consciente de que tú sabes bien que lo tienes. Que puedes contar conmigo, ahora que más falta te hace... que a veces, no hacen falta palabras para entender como se siente un amigo. Que un silencio compartido puede ser igual de importante que una larga charla para desahogarse. Que siempre estaremos ahí el uno para el otro.
Porque los amigos son la familia que uno elige.
Espero que no pierdas tu optimismo, tus ganas de luchar y tu alegría contagiosa.
Es lo mejor que tienes en tu vida, cuídalos bien, pues de ello dependen muchas cosas.
Te quiero Fer.
Muchos ánimos para ti y tu familia en estos momentos tan difíciles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario